Ser mamá de varones

Desde que comencé a hacerme a la idea de ser mamá algo me decía que sería mamá de varones y no me equivoqué. Como la mayoría de las mujeres siempre había sentido que sería más fácil e intuitivo ser mamá de una niña y aunque los niños me derriten, sabía que tendría aún más retos en la maternidad y crianza al tener que educar a un pequeño.
Si bien es cierto que en el día a día me encuentro ante situaciones propias de niños, como que se quite el pañal y camine desnudo gritando “el pipí” por toda la casa, que convierta cualquier palo en una espada, cualquier objeto en una pelota que puede acabar tumbando lo que tenga alrededor, los abrazos y cariños pueden terminar con un pellizquito o que jugar con tierra, buscar bichitos y ensuciarse sea la actividad favorita del día, la realidad es que el mayor reto viene en entender la enorme responsabilidad que tengo de formar a un hombre de bien.
Ser mamá de un niño me hace pensar en lo importante que es prepararlopara los cambios que se están dando en el mundo y por eso todos los días busco herramientas que me ayuden a formar un niño con valores, que respete a quien tiene al lado por lo que es y no por su género, creencia o raza. Un niño que sepa valorar a las mujeres, las respete, admire y vea como iguales. Que cuando se convierta en padre sea capaz de asumir ese rol desde la humildad, acompañando a quien sea que esté a su lado en ese proceso tan intimo y especial e involucrándose activamente en la crianza. Que entienda que su función dentro de la sociedad no está sólo en mantener una familia, sino es formar a otros, en proteger y ayudar a quienes tenga al lado. Que sepa expresar sus emociones y no las reprima, y respete las emociones de los demás pero sobre todo que se quiera sí mismo, que se tenga confianza y entienda que el cielo es el límite.

Y no quiero decir que si tuviese a una niña sería másfácil o tendría unos retos diferentes, porque creo que mucho de esto debe ser igual tanto para niños como para niñas, pero sin duda cada vez más vemos a más mujeres abrirse paso en un mundo que estaba cortado a la medida de los hombres y eso hace que el verdadero trabajo esté en hacer de nuestras niñas mujeres seguras de sí mismas, que sepan luchar por lo que se merecen y por hacer sus sueños realidad y formar niños que sean hombres de familia, que acompañen y sepan abrirse a un mundo más incluyente.
Ser mamá o papá en estos tiempos es sin duda un reto aún mayor porque los cambios ya están sucediendo y depende de nosotros que realmente nuestros niños estén preparados para ellos.